Rebosando el limite /Sirius/

-Acaba de llegar a mi limite, señorita Anderson, simplemente acaba de llegar a mi limite.Durante mucho tiempo le he pasado por alto muchas de sus gamberradas y locuras por el hecho de ser una de mis mejores alumnas, pero lo que ha pasado hoy ya ha sido la gota que colma el vaso.
¡¿Como se le ocurre iniciar una pelea en mitad del pasillo?!
¡¿Como?!
De haber sido un duelo quizas y el castigo no seria tan grave, pero el hecho de lanzarse a puñetazos y mordiscos en contra de un alumno de septimo es algo que no puedo consentir.

La joven morena solo podia mirar al suelo mientras que poco a poco y a cada palabra de reproche que la profesora le daba, la culpa se hiciera cada vez mas pesada sobre sus hombros aunque ella creia que no tenia culpa alguna.
Sabia que habia hecho mal, mas no creia que el hecho de haber empezado una pelea al puro estilo muggle en el pasillo no lo creia un acto tan grave como para que en aquellos momentos, la profesora le gritara tales barbaridades.
Aunque bien sabia ella que aquel chico no sabia nada de pelear como un muggle, no habia podido evitar el hecho de pegarle un puñetazo al sentir como aquel.... alumno le tocaba tan descaradamente el trasero, aunque debia admitir que los puñetazos siguientes a ese y el mordisco que le dejo como recuerdo en el brazo cuando este la apunto con su varita, habian sido quizas un poco... exagerados.

-Lo lamento profesora, pero es que ese malnacido me habia tocado el trasero y no lo podia permitir ademas no creo haberlo dejado tan mal, profesora.-se intento disculpar mientras levantaba su mirada y la ponia fijamente en la figura femenina que tenia delante de ella y que en aquellos momentos suspiraba por culpa del hecho de tener que tratar con una ser humano como Alice Anderson, pues la joven profesora sabia que no tenia ningun remedio posible.

-Poco me importa y por lo tanto, durante tres meses tendra que venir todas las tardes, sin excepciones, aqui y limpiar el aula sin magia, ya que veo que hacer las cosas de esa manera se le dan realmente bien.¿Tiene algo que decirme?

Alice iba a replicar pero prefirio callar y negar con la cabeza, escuchando los pasos de la profesora alejarse hasta la puerta y salir por esta, cerrandola de un fuerte portazo a la par que la joven se trenzaba su cabellera negra, mientras que se sentaba en una de las mesas y fruncia el ceño de frustración.

Parecía que había habido lío en los pasillos. Había escuchado gritos de animación y por mucho que había corrido para ver lo que pasaba no había llegado a tiempo, la profesora en cuestión ya se había llevado al causante de aquello y el chico del ojo amoratado caminaba por allí como ido.
Pregunté y un nombre llegó a mi conocimiento. Alice Anderson. Al parecer se había cabreado con el chico porque este le había tocado el culo. Tendría que enseñarle un par de cosas sobre chicas a aquel pobre desgraciado. Caminé frustrado por no poder felicitar a Alice por su gran golpe de derecha.
Pasé por delante de la puerta de un aula y después de ver salir a la profesora muy enfadada entré con una amplia sonrisa como solía ir a todos lados.

- ¿alice? -dije riendo al descubrir a la chica.- ¿Castigada? Esto normalmente suele ser al revés.

La joven estaba realmente enfadada pues para ella, la reaccion de la profesora habia sido injustificada y muy injusta pues habia sido la unica que habia acabado con un castigo, aunque el pensamiento de haber dejado al joven aquel con el ojo morado era una buena recompensa, en aquellos momentos lo unico que queria era el encontrarlo y tirarlo por la torre de Astronomia.

Un suspiro salio de sus labios mientras se levantaba de su sitio en la mesa y empezaba a caminar en circulos por el aula, parandose cuando escucho como se abria la puerta, esperando que no fuera la profesora otra vez y dejando que un sus labios se dibujara una sonrisa antes de correr hasta el y darle un leve abrazo antes de separarse y sonreirle.

-Dime que te has encontrado con la Minnie y te ha dicho que me levanta el castigo-le dijo antes de encojerse de hombros al saber que el joven tenia razon, pues en aquel caso, los roles se habian intercambiado y habia sido ella la castigada y no su joven amigo.

Abracé a la chica en un rápido y corto abrazo. Sonreí levemente pero no pude aguantar soltar una pequeña carcajada cuando dijo lo de Minnie.

- Lo siento pero no...-dije riendo.- Y por la experiencia que tengo no lo hará...Claro que tú no sueles meterte en líos...

Lo cierto es que era raro que Alice estuviese castigada y yo no, aunque por supuesto el día no había terminado y a mi siempre solían castigarme antes de la hora de la cena. Lo bueno de no tener una familia a la que le importes, es que ninguno se verá defraudado. De hecho mi misma existencia y estar en Gryffindor ya lo habían conseguido.

- ¿Qué castigo es? ¿Limpiar baños, bosque prohibido...? -dije curioso. Conocía una gran variedad.

Suspiro de resignacion cuando el le dijo que no le habia dicho nada de eso la Minnie, aunque claramente ella lo habia dicho en broma pues sabia que no podian hacer cambiar a esa profesora de opinion, quizas por las muchas veces que Sirius habia estado castigado y lo habia intentado.

-Mira, yo no estaria aqui si ese chico hubiera tenido la mano quietecita, ademas de que solo le pegue un puñetazo y un mordisco...no le hice nada mas grave, lo juro.-prometio mientras se abstenia de decir todo lo que le habia hecho al chico en mitad de la pelea, a la cual esperaba que Sirius no hubiera llegado para que no se diera cuenta de que no estaba diciendo del todo la verdad.

Suspiro y se encojio de hombros ante la pregunta de su joven amigo.
-De momento lo unico que se es que tengo dos meses de castigo y que sera un variado de todo lo que has sufrido tu.-dijo con un suspiro de resignacion.

Sonreí cuando dijo lo del chico. Lo cierto es que me había fijado en su ojo morado. Yo no sabía mucho de muggles, en mi familia eran casi un tabú, por supuesto...por eso estaba yo en la situación que estaba. Pero pese a eso sabía como se peleaba porque había visto a Lily.

- Bueno, algunos tienen manos largas.-dije divertido.

Escuché lo siguiente que dijo sobre los castigos. Lo cierto es que yo siempre estaba castigado y era raro que pasara más de unos días sin estarlo. Seguramente se habrían quedado ya sin ideas para mis castigos.

- Nah, eres buena alumna...mis castigos son más....¿duros? Por decir algo -dije riendo.